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Dia 21- Paz a Vosotros – #33dC21DiasDeAyunoYOracion

#33dC21DiasDeAyunoYOracion
Día 21
Martes, 2 de febrero del 2016
Por: Pastor Vanyo Esquilín

 

 ¡Paz a vosotros!

 

“Cuando llegó la noche de aquel mismo día, el primero de la semana, estando las puertas cerradas en el lugar donde los discípulos estaban reunidos por miedo de los judíos, vino Jesús, y puesto en medio, les dijo: Paz a vosotros”. Juan 20:19  

 

Trayendo a conVanyo La Senda Antiguaclusión esta travesía de oración, fe y esperanza, que  junto a ustedes hemos disfrutado durante los pasados 21 días, queremos enfatizar las palabras del Cristo resucitado cuando se acerca a los discípulos habiendo vencido la muerte y las tinieblas. Con el descanso que inspira Su presencia, aparece frente a estos hombres y mujeres llenos de confusión y desesperación diciéndoles: “Paz a vosotros”.

¡Que impresionante! ¡Esa  paz de Cristo!

 

Es cierto que estas palabras, “Paz a vosotros”, eran el saludo judío común y “ordinario” del pueblo judío. Pero recordando que nuestro Señor usó estas palabras por segunda vez en este sorpresivo encuentro para los discípulos (Juan 20:21; la usa 3 veces en el relato de Juan), y teniendo en cuenta la forma en que hizo suyas estas palabras, dándoles un significado no meramente formal, sino profundo (Juan 14:27 “la paz os dejo”), podemos encontrar un sentido mucho más amplio en ellas. Reconocemos el hecho de que son ESPECIALMENTE apropiadas a las circunstancias de los discípulos, y también a las nuestras.

 

La mente de los apóstoles había atravesado la angustia más profunda. Habían perdido su Señor y su amigo; y ésta pérdida había arrastrado consigo, como pensaban, su causa y sus esperanzas.  Por tanto, fueron afectados por un dolor sobrecogedor. En ese instante estaban agitados y conmocionados. Se encontraban en un estado mental en el que, arruinadas las esperanzas, luchaban con los temores más tenebrosos; su alma se agitó hasta lo más profundo; y lo que necesitaban, por sobre todas las cosas, era Uno que pudiera venir y decirles: “Paz a vosotros!”

 

Eran estas precisas palabras las que necesitaban, como aliento a su espíritu, como un susurro a sus oídos, y que les hablaran a su corazón. Es en ese instante que llega Jesús y les dice “Paz a vosotros…”

 

Estas palabras encierran el significado de una paz mucho más alta que aquella ofrecida por el mundo. Paz a vosotros:

  • Es una bendición: Les deseó la paz. Dios derrama la paz que sobrepasa todo entendimiento sobre sus hijos e hijas.
  • Es una declaración: estaban en paz con Dios. No hay nada que reclamar, el Dios de Paz les abraza con Su paz
  • Es una afirmación; Él les llena de Su paz, y SU presencia es la marca inequívoca de la victoria sobre la muerte. Esa llegada de Jesús al lugar de reunión fue como una explosión, pero al mismo tiempo, como un silbido apacible.
  • Es una absolución: Él borró todos los delitos que podrían haber echado a perder la paz. Que no haya desesperación; Su triunfo sobre la muerte afirma que podemos recibir el perdón de pecados a través de Su sangre.

La presencia del Eterno provocó la  desaparición sus dudas. Incluso Tomás tuvo que deshacerse de su obstinada incredulidad. (Juan 20:27 registra como Tomas coloco su dedo en las heridas del Maestro). Él reveló y selló su amor en sus corazones, mostrándoles las manos y los pies. Se refrescó su memoria: “Estas son las palabras que os hablé a vosotros” (Lucas 24:44);  abrió su entendimiento (Lucas 24:45); y les mostró cual era su posición: “Vosotros sois testigos de estas cosas” (Lucas 24:48); y como la garantía que es producto de Su presencia,  los llenó de alegría (Juan 20:20).

 

En el Antiguo Testamento la palabra para paz, shalóm, nunca quiere decir simplemente la falta de problemas, sino todo lo que contribuye a nuestro bienestar total y bien supremo. La paz que el mundo nos ofrece es la de la evasión, la que viene de evitar los problemas o de no afrontar las responsabilidades. La paz que Jesús nos ofrece es la de la victoria: ninguna experiencia de la vida nos la puede quitar, ni ningún pesar, ni peligro, ni sufrimiento nos la puede ensombrecer. Es independiente de todas las circunstancias exteriores.

Hoy afirmamos la actividad de Dios en tu vida, produciendo Su paz, llenándote  de Su gozo, y llevándote a descansar en Su presencia… ¡Paz a vosotros!

Nos ponemos de acuerdo en oración:

  • Para que no falte Su paz en nuestro corazón. En medio de circunstancias adversas, Su favor infunde aliento y tranquilidad.
  • Para que se vaya la desesperación. No podremos tener paz si damos rienda suelta a la desesperación. “No habrá para qué peleéis vosotros en este caso; paraos, estad quietos, y ved la salvación de Jehová con vosotros”. (2da Crónicas 20:17).
  • Oramos para que la fe no falte, ni mengue. Que crezca nuestra confianza en Dios sabiendo que El nos mostrará la senda de la vida, y que en Su presencia el gozo no falta (Salmo 16:11).

 

 

 

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Dia 8 – Somos Luz y No Debemos Ocultarlo – #33dC21DiasDeAyunoYOracion

Pastor Vanyo Esquilin 3#33dC21DiasDeAyunoYOracion
Día 8
Lunes, 18 de enero del 2016
Por: Pastor Vanyo Esquilín

Somos Luz y no debemos ocultarlo.

Mateo 5: 10-16
Mat 5:13-16 RV1960

(13)  Vosotros sois la sal de la tierra; pero si la sal se desvaneciere, ¿con qué será salada? No sirve más para nada, sino para ser echada fuera y hollada por los hombres.
(14)  Vosotros sois la luz del mundo; una ciudad asentada sobre un monte no se puede esconder.
(15)  Ni se enciende una luz y se pone debajo de un almud, sino sobre el candelero, y alumbra a todos los que están en casa.
(16)  Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras buenas obras, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos.

En este tiempo, que estamos afirmando la renovación que opera en nosotros por el poder transformador de Jesús, es importante identificar cuáles son nuestras motivaciones y responsabilidades. Debemos estar conscientes de nuestro deber y de lo que nos motiva a servir a Cristo.

Nuestro DEBER, por ser lo que somos en Jesús, es atraer al mundo con nuestro testimonio. Debemos utilizar nuestras bendiciones para el bien de los demás, nuestro conocimiento, la santidad y el gozo que produce Su presencia para tocar con bien a los que están a nuestro alrededor.

Hacer lo contrario sería adoptar la actitud de los discípulos, que subieron con Jesús al Monte de la transfiguración, y que, luego de la revelación de su gloria, le sugirieron a Jesús no bajar al valle y  hacer allí unas enramadas.

Nuestro motivo debe ser la revelación de Su gloria en lo que somos. ¿Para qué?
La respuesta está en Mateo 5:16:

  1. (V16-a) “para que vean las buenas obras, y no para exhibirnos a nosotros mismos”.

Esto se refiere a acciones que revelen la vida de Cristo. Aquellos que irradian Luz viven para que otros vean sus buenas obras y dar alabanza no a ellos mismos, sino al Padre Celestial, quien es el que inspira esa forma de vivir la vida. Esto debe hacerse bajo la influencia de la fe en Cristo- es un reto a nuestra confianza en Dios. Esas acciones tienen que estar impregnadas del amor a Dios, y con miras a exhibir Su gloria.

  1. (V16-b) Que glorifiquen a nuestro Padre que está en los cielos con todo lo que somos y tenemos.

¿Qué quiere decir glorificar a Dios con todo lo que somos y tenemos? Dice la historia que un viajero en Calais, un puerto de Francia,paso una noche oscura y tormentosa en el faro que se encuentra allí. Mientras permanecía de pie mirando, el guardián del Faro se ​​jactó del brillo y belleza de su faro, señalando que había pocas luces como esta en el mundo.

El viajero preguntó, con ingenuidad, ¿Qué pasa si uno de estos responsables de mantener la luz encendida tuviera que salir esta noche? …. ¡Qué! dijo el guardián, “¿Salir? ¡Oh, señor!,” exclamó. Mire ese mar oscuro y tormentoso. Usted no puede verlos, pero hay barcos que van y vienen para todos los puntos de la brújula. Si la luz falla por mi falta de atención, en seis meses las noticias llegarían de todas partes de la costa, sobre los buques y las tripulaciones que se perdieron por mi negligencia! No, no! Dios no permita que tal cosa ocurriera nunca. Me siento cada noche cuando miro la luz de mi faro como si todos los ojos de todos los marinos del mundo estuvieran mirando mis luces, y mirándome a mí!”

Si tal era su cuidado de las luces, y la conciencia de  las consecuencias que traería la extinción de su luz, ¡Oh lo que debería ser la nuestra! Solo Dios sabe a cuantos alcanzaremos, mostrando el amor de Jesús a través de la luz que irradia nuestro corazón. Mantenga la luz brillante y evitemos que se extravíen en la obscuridad.

Una ciudad asentada sobre un monte, eminentemente conspicua (visible, notable); cumple su función como que”no se puede esconder”, y que no conviene tratar de esconder.

Nuestro llamado se encuentra en la posición elevada que ocupamos, asentados sobre la roca inconmovible de los siglos que es Cristo, para arrojar luz sobre el mundo entero. Esto va del micro al macro, de lo individual a lo colectivo, de lo personal a lo comunitario.

Les recuerdo que:

Para poder ser luz o sal afuera, tengo que alumbrar primero adentro.
Para poder ir hasta lo último de la tierra hay que alumbrar primero en nuestra Jerusalén

Hoy oramos:

  • Pidiendo a Dios que abra nuestro entendimiento para que mantengamos la llama ardiendo y alumbremos a todos los que nos rodean.
  • Oramos también por revelación para que entendamos cual es el propósito de nuestras bendiciones. Que no hagamos una “enramada” de ellas, y que podamos llenar de bien a todos cuanto podamos.
  • Rogamos a Dios pidiendo que cada uno de nosotros no olvide la importancia de ser luz. Que cada vez que llegue el desanimo recordemos que somos faros en medio de la noche obscura, buscando alcanzar a los corazones que a la deriva, dentro de la obscuridad, siguen perdidos y sin salvación.
  • Oramos por renuevo en el corazón, pidiendo que el corazón de Cristo se forme en nosotros. Que así podamos entregarnos a la tarea de amar y restaurar del mismo modo que El nos ama y restaura.

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Dia 5 – Cambios vs. Transformacion – #33dC21DiasDeAyunoYOracion

Vanyo2#33dC21DiasDeAyunoYOracion
Día 5
Viernes, 15 de enero del 2016
Por: Pastor Vanyo Esquilín

Cambios  vs. Transformación

Por tanto,  hermanos míos, les ruego por la misericordia de Dios que se presenten ustedes mismos como ofrenda viva, santa y agradable a Dios. Este es el verdadero culto que deben ofrecer. 2  No vivan ya según los criterios del tiempo presente; al contrario, cambien su manera de pensar para que así cambie su manera de vivir y lleguen a conocer la voluntad de Dios, es decir, lo que es bueno, lo que le es grato, lo que es perfecto. Romanos 12:1-2 (DHH)

Cuando hablamos de renovarnos tenemos que  hablar inevitablemente de transformación. Es importante entender que ese proceso de renovación se diferencia de manera incuestionable del cambio. Y es que hay una gran diferencia entre Cambio y Transformación

Cambios vs Transformación:

Cuando analizamos el concepto del cambio encontramos que  son distintos y operan de forma distinta a la transformación. Hay gente que hace cambios en la dieta y baja de peso, pero si no se sostienen en las reformas que han integrado a su vida, y aunque parezca jocoso,  no regalan la ropa que usaban antes de bajar de peso, siempre existe la probabilidad de regresar al peso que tenían.

¡Esas famosas resoluciones de principio de año!, muchas de ellas se convierten en letra muerta porque los cambios no se instituyen, o se comienza pero no se termina. Cambio es una palabra que trata de expresar los muchos matices de significado. Su definición está contenida en 13 variaciones de 9 palabras en hebreo y 5 en griego. Estas significan, “cambiar”, “intercambiar”, “girar”, “poner o colocar,” “para hacer otro”, es decir “alterar”” o “disfrazarse”. En el cambio siempre existe la posibilidad de volver al estado original.

Sin embargo, la transformación es un proceso distinto y complejo. 

La transformación o “metamorfoo” se refiere a un cambio de forma y naturaleza, y es un estado que nos lleva más allá de la forma anterior. Se refiere a cambiar de forma, transformar, transfigurar (Diccionario Strong g3339). La Transformación  se logra por medio de la renovación de la mente por lo que, en total abandono a la voluntad de Dios, el ser humano muestra la mente de Cristo. Esa transformación se da en el sentido de un cambio real, pero espiritual e interno, y que externamente evidencia lo que en el corazón ocurre.

El mayor ejemplo de transformación lo tenemos en esa oruga, ordinaria, grotesca, y con apariencia poco agradable, que recibe la orden del Creador de todas las cosas, para entrar en un proceso de transformación, de metamorfosis, y que trae como resultado una mariposa con colores únicos, con majestuosidad y belleza resultante de ese proceso de muerte  a la forma anterior y evolución de forma y naturaleza.

Que dicha saber que Dios puede tomar nuestra vida ordinaria y grotesca, con apariencia poco agradable, y transformarla,  convirtiéndola en una vida llena de belleza, de amor y que refleja la misma imagen del Salvador que dio Su vida por nosotros.

Esa es la meta de nuestro proceso, convertir nuestra vida en el mismo reflejo de Cristo.

Hoy oramos:

  • Para que en este tiempo de renuevo, nuestra mente sea transformada.
  • Para que nuestro entendimiento sea iluminado
  • Para que no vivamos según el tiempo presente, que aprendamos a caminar sabiendo que nuestros tiempos están en sus manos (Salmo 31:15)
  • Para que nuestra vida sea nuestra mejor canción, y que el mayor testimonio de transformación se evidencie delante de Dios con nuestra vida como la mayor ofrenda

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